Montesco
Montesco es una empresa dedicada a la Alta
Costura desde 1992, situada en la calle Salvago de Málaga, Carlos Aguirre y
Mario Camino son el cerebro y el corazón de la firma Montesco.
Dan en el reloj las cinco de la tarde, la
hora del té y llamamos al timbre de Montesco y nos abre la puerta Carlos, al
poco tiempo llega Mario y pasamos los cuatro a su despacho para iniciar la
entrevista que desde hace unos días habíamos pactado.
¿Dónde nacieron?
Carlos: Yo nací en la Clínica Gálvez y me
crié en la calle Tejón y Rodríguez, siempre he vivido en el centro de Málaga.
Mario: Yo nací en Madrid en el barrio de
Salamanca, pero desde muy pequeño por el trabajo de mi padre nos vinimos a
vivir a Málaga, por entonces tenía 4 años, así que me considero un malagueño
más.
¿Dónde realizasteis los estudios?
Mario: Yo cambié mucho de colegio, primero
estuve en los Jesuitas de El Palo, luego en Cerrado de Calderón y por último en
la escuela de diseño.
Carlos: Yo estudié en Los Olivos y luego en
la Escuela de Diseño.
¿Cómo comenzó vuestra afición al diseño y la costura?
Carlos: Yo con 12 años dibujaba modelos de
ropa, tenía vocación desde siempre, a mi madre le gustaba que la ropa se la
hiciera mejor un hombre y yo siempre la acompañaba al taller de costura y entre
tantas telas, patrones e hilos, me di cuenta de que ese era el mundo que me
gustaba, Luego estudié estilismo, patronaje Industrial y escaparatismo en Goymar
de Málaga donde me quedé de profesor durante 3 años.
Mario: Yo en un principio quería ser modelo,
pero al no ser alto y gustarme el mundo de la moda, me apunté en la escuela de
diseño y poco a poco me fue gustando este mundo de las telas y la creación.
¿Dónde montasteis vuestro primer taller?
Carlos y Mario: Fue en este mismo local en el
que estamos hoy, era un poco más pequeño, y conforme ha ido pasando el tiempo
hemos ido ampliándolo, pero si, en el año 1992 estaba cansado de ser profesor y
queríamos tener nuestro propio negocio, por ello creamos la firma Montesco. Al
principio comenzamos muchas dificultades, pero a los clientes les gustaban nuestros trabajos y poco a poco la clientela fue
a más, gracias a Dios nuestra clientela es muy fiel a nuestro trabajo.
¿Dónde y cuándo fueron vuestros primeros desfiles de moda?
Carlos: Mi primer desfile fue en la escuela
de diseño con seis vestidos, también presenté en Eduardo Ocón en el año 86, también
se hacían desfiles en el palacio de congresos de Torremolinos, gané el certamen Air France
y el Certamen Artimoda, a partir de ahí todo iba rodado. Trabajaba duro por las
noches. Mario comenzó más adelante, conmigo.
¿Cómo os viene la inspiración?
Carlos y Mario: Es una pregunta difícil de
responder, trabajamos sobre la marcha, es decir cuando un cliente entra por
nuestras puertas, primero la observamos, le preguntamos que tiene pensado y
ella misma nos va dando una primera idea, si es para una novia, tenemos
que saber si la celebración va a ser por la mañana o por la tarde, si quiere
mucha cola o poca, si tiene algo de pecho o poco, todo esos detalles son muy
importantes para hacer nuestra creación.
También te tengo que decir que nuestra
inspiración surge a medida que aumenta nuestra experiencia, es decir nos
adaptamos al cliente, ellos nos dan los requisitos y nosotros le damos la satisfacción.
No solo el vestido tiene que ser bueno, tiene que quedar bien en la persona que
quiere adquirir el vestido o costura, en
una palabra, el vestido tiene que estar bien hecho. Es raro que una novia venga
con una idea concreta, vienen con las ideas generales y nosotros las vamos
perfilando. Siempre buscamos la originalidad en nuestros diseños a través de la
idea del cliente.
¿Qué tejidos os gustan más y cuales os
gustan menos?
Carlos y Mario: No nos gusta trabajar con
raso de seda natural, se arruga mucho, no planchan bien y las costuras no
quedan limpias, las novias cuando salen del coche van con el traje bastante
arrugado y eso no nos gusta.
Las telas que nos gustan son unas que traemos
de Japón o los creper de produción nacional que no se arrugan en toda la noche,
los encajes nos encantan, pero se trabaja ahora menos y de los encajes nos gustan
los franceses.
También trabajamos la mantilla, en Semana
Santa vestimos a muchas mujeres de diferentes cofradías, siendo un trabajo difícil
y minucioso, cada detalle está pensado, tienes que tener mucha paciencia. El
Viernes Santo se le suele poner aproximadamente la mantilla a unas 20 mujeres y
necesitamos calidad y rapidez al disponer de poco tiempo
¿Cómo se creó Mario Teo?
Carlos y Mario: Mario Teo es un capricho de
Mario, el tema hombre es muy complicado para los modistas, se enfoca más en las
mujeres que gastan más en moda, el hombre usa y explota más los trajes que
compra, sin embargo las mujeres necesitan más variedad y cantidad. Pero todo
comenzó cuando Mario, por hobby, empezó hacer osos, como a la gente les
gustaban empezaron a pedirle cada día más y más ositos, él se fue
especializando y a enfocar a los ositos en un estilo British, siendo el
referente que es hoy día en Málaga.
La tienda destaca mucho en la calle y el
estilo de los ositos ha encajado muy bien en Málaga. Los guías turísticos
explican los detalles de la tienda y sus orígenes y algunas personas al
pasar frente al local, comentan: "Ves esa tienda, pues lleva ahí toda la vida",
pero quiero que sepáis que solo tiene dos años desde su inauguración.
¿Qué habéis pensado hacer en un futuro?
Carlos y Mario: No tenemos la idea de
expansión, nos gusta nuestra ciudad donde siempre hemos vivido bien. Llevamos
en Málaga desde el 92, época de Paco Ruiz, Mario Blanca y Elisa Corpas, entre
otros, y todos ellos estaban en el entorno, luego aparecieron más diseñadores
que siguieron hasta la actualidad.
Todos los diseñadores malagueños somos como
una familia, ahora con la crisis nos hemos conectado aún más, nos apoyamos los
unos a los otros. Cada modisto tiene su estilo, hay clientas fijas, otras dan
vueltas, si quieren algo con nuestro sello personal se quedan con nosotros y si quieren algo
distinto buscan a otro modisto en Málaga. Por el momento no tenemos en mente la
idea de la expansión del negocio a otras zonas, cambiar de ciudad o buscar otro
mercado.
Carlos y Mario, muchas gracias por dedicarnos
vuestro tiempo
