Gemma Melé
Son las diez de la mañana y nos encontramos en la Plaza de las Flores de Málaga Capital, las mesas de los cafés y bares están llenas de clientes desayunando, se oye el susurro del agua de la fuente que se encuentra al fondo y un sin parar de personas que cruzan la plaza de un lado a otro, estos detalles nos hacen ver la vida que tiene este lugar. Fijándonos un poco más recorremos los escaparates de unas tiendas de moda y nos llaman la atención los diseños de uno de estos escaparates, muy bonitos, elegantes, mira que me gusta ese y ese ¿Pero te has fijado en aquel? ¡Qué maravilla! Dimos un paso atrás para poder ver el letrero y en él se podía leer: "Gemma Melé Alta Costura".
Buenos días Gemma, ¿te importaría que te hicieramos unas preguntas para nuestra página web "Málaga en Pasarela"? Y con esa simpatía que ella tiene nos contesta: claro que no me importa, la hora de abrir la tienda atelier es a las 11 de la mañana, tenemos como una hora libre.
Gemma, ¿dónde naciste?
Nací en Tarrasa, Cataluña, en el seno de una familia que se dedicaba a la industria. Por aquella época, los hijos de las familias acomodadas estudiábamos en colegios internos, se suponía que tendríamos mejor preparación. Por ello recuerdo mi infancia con los veranos en mi casa y los inviernos en el internado.
¿Y tus estudios?
Estudié en el Sagrado Corazón, con diez años
tenía a una monja que en costura me exigía muchísimo. Tanto que algunas veces
me hacía descoser un trabajo hasta cuatro y cinco veces por algún milímetro que
me había pasado, pero con esta monja fue con la que aprendí a coser bastante
bien.
No sé si recordaréis que por aquellos años se
estudiaban 4 asignaturas que las llamaban las Marías: Religión, Música, Urbanidad y Costura. Como me encantaba la costura, hacía el trabajo de cinco
amigas y ellas me hacían el mío en las otras tres asignaturas. Claro que en
clase siempre daban cuatro o cinco matrículas de honor en costura y eran todos
mis trabajos. Ahora que lo pienso con tranquilidad, eran unos trabajos
preciosos, muy elaborados para una niña de siete u ocho añitos. Hacía los álbumes
con cartulina negra, las vainicas, los pañitos almidonados, todo con letra
inglesa puesto en blanco, luego en la parte en la que se cerraba le ponía unas grapas
y un lazo, todo alrededor recortado con tijera de piquito.
Pero mi padre me dijo: "Mira, la costura es tu
hobby, pero tienes capacidad de estudiar". Así que estudié Empresariales en la
Universidad de Sabadell, luego me saqué la carrera de inglés, cinco años de inglés,
cuatro de alemán y el francés. Cuando llegué a Málaga, hablaba cinco idiomas a
la perfección y además tenía un novio italiano que por similitud los hablaba
también.
¿Cómo que te vinistes a Málaga ?
Con mi vida encaminada y muy bien encaminada, me vine a Marbella de vacaciones un verano con mis tres hermanas y conocí al que ha sido mi marido. En un principio pensaba que estaba con unas amigas, pero tres días antes de finalizar las vacaciones, me preguntó por qué estaba aún con mis amigas. Le dije que no era así, que eran mis hermanas, así que los tres últimos días fuimos a comer, cenar y a todas partes juntos, mis hermanas, él y yo.
El último día cuando nos volvíamos a Cataluña, me dijo, te tienes que casar conmigo y me eché a reír, ya que pensaba que como no había conseguido nada conmigo, pues nada, me dice esto para ver si caigo je, je, je. Tenía un barco en Puerto Banús y a los tres días me llama a casa diciéndome ¿sabes dónde estoy?, le contesté que sí, en Puerto Banús, contestándome él, no, estoy en Barcelona y he venido a verte, así que a los tres meses me prometí, el día de mi cumpleaños 1 de Septiembre, y a los doce meses ya estaba casada. Me vine a vivir a Málaga y pasé de ser una persona súper conocida a no conocer a casi nadie. No tener a quién decirle "hola" a nadie conocido para mí, el primer año hice las maletas por lo menos catorce veces, más adelante me quedé embarazada y comencé mi vida aquí.
¿Cómo te distes cuenta que la costura era tu vocación?
En mi familia somos cuatro hermanas que nos
llevamos muy pocos años de diferencia entre nosotras. Casi siempre íbamos
a la modista para hacernos la ropa. Se llamaba Carmen, era de
Almería, muy simpática y me quería muchísimo. Así que como éramos muy coquetas,
me ponía con ella a sobrehilar porque no había máquinas de sobrehilar y para
que finalizara con los trajes lo antes posible. Mientras tanto, mis hermanas
seguían jugando hasta que llegaba la hora de probarnos la ropa. A las tres todo les
parecía bien, pero yo le comentaba, mira súbeme de aquí, bájame de atrás,
estréchame esto, hasta que se enfadaba y en voz alta me decía: "Mira niña
que ajo y agua". Entonces yo veía que estaba enfadada y no decía ni una
palabra más.
Pasaron los años y con veinte empecé trabajando en una empresa internacional con un sueldo de 250.000 ptas (1.500 euros ), con todos los gastos pagados. A esto hay que sumarle la vida de modelo, gané el concurso de Miss Cataluña, fui al concurso de Miss España y quedé tercera. Salí en un reportaje en HOLA, precisamente en el número que Julio Iglesias se separa de Isabel Preysler, cuando aún era candidata a Miss España. Hice el saque de honor en el Camp Nou, cuando Narcís Serra y Johan Cruyff era la estrella del FC Barcelona.
Concretando a la pregunta de cómo fueron mis comienzos, te diré que como siempre había tenido una vida sumamente llena de todo, estudios, televisión, radio, etc. Vine aquí con el anonimato, en un principio no me desagradaba, pero cuando pasó un año, me subía por las paredes. Todo lo que había estudiado y sabía, todo lo que había conseguido, se quedó en ser ama de casa, y fue cuando le dije a mi marido que quería trabajar, pero él me contestó que de eso nada de nada. Así que a sus espaldas me hice costurera, monté mi muestrario y todo lo tenía en el cuarto que iba a ser del próximo bebé. Cuando él se marchaba de casa, venían las clientes, una me pedía que si una chaqueta en tal color, que si este vestido que si el otro, y empezó a pasar el tiempo, cada vez tenía más clientes. Cuando mi marido volvía hacía bajar a mis clientas al piso de abajo, era un sin vivir. Contándotelo ahora me río de ello, pero si me lo hace ahora lo mato figuradamente claro je, je, je... era muy joven.
Al año y medio, se enteró y le dije que estaba decidida en motar un taller, allí en la Malagueta, por donde está la Sevillana, que era todo nuevo. Fue allí donde monté mi primer taller con él en contra, pero cuando me vio tan decidida, un amigo suyo le ofreció este negocio que nos costó ocho millones de pesetas por el traspaso, así empece y ahora llevo aquí 28 años.
Concretando a la pregunta de cómo fueron mis comienzos, te diré que como siempre había tenido una vida sumamente llena de todo, estudios, televisión, radio, etc. Vine aquí con el anonimato, en un principio no me desagradaba, pero cuando pasó un año, me subía por las paredes. Todo lo que había estudiado y sabía, todo lo que había conseguido, se quedó en ser ama de casa, y fue cuando le dije a mi marido que quería trabajar, pero él me contestó que de eso nada de nada. Así que a sus espaldas me hice costurera, monté mi muestrario y todo lo tenía en el cuarto que iba a ser del próximo bebé. Cuando él se marchaba de casa, venían las clientes, una me pedía que si una chaqueta en tal color, que si este vestido que si el otro, y empezó a pasar el tiempo, cada vez tenía más clientes. Cuando mi marido volvía hacía bajar a mis clientas al piso de abajo, era un sin vivir. Contándotelo ahora me río de ello, pero si me lo hace ahora lo mato figuradamente claro je, je, je... era muy joven.
Al año y medio, se enteró y le dije que estaba decidida en motar un taller, allí en la Malagueta, por donde está la Sevillana, que era todo nuevo. Fue allí donde monté mi primer taller con él en contra, pero cuando me vio tan decidida, un amigo suyo le ofreció este negocio que nos costó ocho millones de pesetas por el traspaso, así empece y ahora llevo aquí 28 años.
Claro yo era tan joven que cuando entraban las clientas y me veian, me preguntaban por Gemma Melé. Les decia que era yo y contestaban, no la hija no, la madre. Luego me contaban que ellas pensaban que la que hacia esos trajes tan maravillosos era una persona mayor.
¿En qué te inspiras cuando haces un diseño?
Desde los doce años estoy detrás de un mostrador. Cuando veo venir un cliente, nada más ver cómo se viste, cómo se expresa o su manera de estar, lo capto enseguida, de forma que cuando le hago el diseño, el noventa por ciento de las veces me preguntan: "¿Cómo has podido dibujar ese traje que traía en mi mente?"
Me inspiro en la clienta y luego le pongo algo de mi personalidad en el diseño, como un traje femenino, con buena tela, me gustan las formas y los detalles. También depende para lo que necesite el traje, en todo caso le aconsejo, suelo hacer tres diseños distintos y siempre escogemos el más apropiado. Eso sí, si ella me pide algo que veo que no es lo correcto, se lo digo, mire usted, esto no es lo adecuado por esto, por aquello y por lo otro.
¿Cómo fueron tus comienzos?
Fui la que revolucionó la costura en Málaga,
porque estaba la modista en los pisos, pero no existía esa tienda que tenía
diseños, colecciones, que a la vez te hacían los trajes a medida, y si
necesitabas algo distinto, también te lo diseñaba en el momento. Tenía gente a todas horas, solía tener colas, tanto que me pedían una cita y no se la
podía dar hasta dos semanas después. Parecía que se daban números
como para el pan. Es que todos los que hay ahora están en el mundo de la moda,
estaban en el colegio y estudiando y yo estaba sola, ahora se han ido poniendo
más diseñadores, muy buenos, por supuesto, pero en aquella época estaba sola. Pero con la ventaja de que era una joven que venía de la moda de Barcelona con
las ideas muy claras, moderna, rompedora, una mente muy clara, innovadora. Por
ello los fabricantes que me conocen desde hace mucho tiempo, me comentan "
Gemma, la que realmente revolucionó la costura en Málaga, fuiste tu".
Ahora, la otra cara de la moneda era que tanto
trabajo me estaba costando mi matrimonio, mi marido no comprendía que yo
llegara un poco más tarde porque había estado esperando a una clienta. He
llorado muchas veces en la soledad, porque era mi trabajo o mi matrimonio, es
más cuando tuve a mi tercer hijo le dije a mi madre que iba a dejar el trabajo. Estuve muy enferma, me tiré tres meses sin poder trabajar, pero cuando
salí de la UVI, mi madre me dijo, prométeme que no vas a dejar de trabajar,
si no quieres ir tanto, no lo hagas, pero nunca dejes de trabajar, y es que las
madres tienen ese sexto sentido que va mucho más allá y gracias a que no lo
dejé, me pude separar de mi marido y tirar para adelante con mis tres hijos
pequeños de cuatro, ocho y doce añitos.
¿Qué tipo de mujer te gusta vestir?
A todas, me gusta vestir a la mujer femenina.
Háblanos de tus desfiles.
He participado en las siguientes pasarelas:
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Mis planes de futuro son vivir un poco más la vida, he trabajado tanto que quiero seguir haciendo esto, pero con algo más de tranquilidad, quizás dejar la tienda y meterme algo más en el Atelier. Si un día quiero ir a Mexico a ver a mi hija con tres nietos que no conozco, poder hacerlo.
¿Qué diseñador es tu referente?
Valentino, sin lugar a duda, siempre realza a la mujer, es muy femenino, para mi Valentino es un gran maestro.
¿Qué sueño te gustaría ver cumplido?
Mira, una cosa que me encantaría y que pienso que
lo puedo hacer bien, es dirigir en televisión un programa de moda, íntegro de
moda, no como los que se están haciendo ahora, los extrapolaría para que te
hicieras una idea, presenté este proyecto en una televisión de aquí, me dijeron
que era demasiado ambicioso y que tenía que llevarlo a una productora grande.
Constaba de 13 capítulos con una estrella
internacional en cada uno de ellos, nuevas generaciones, desfiles, diseñadores,
escuelas de moda, comentar la moda actual, cada programa dedicado a un
tema en particular, pero ahí está y es un sueño que me gustaría hacer.
Gemma, ¿eso es un proyecto, pero y un sueño?
Un sueño, el sueño de mi vida lo he tenido y es dedicarme a lo que me ha gustado durante toda mi vida, es una profesión que amo tanto y este era mi sueño cuando empecé.
La única frustración que tengo es que pensaba que iba a ser conocida internacionalmente, porque sabía que tenía los mimbres para ello. ¿Qué hizo que no fuera así y qué me ha frenado?, porque me han salido propuestas inmejorables y fantásticas, mis hijos, no quería dejarlos en manos de nadie y si tenía que viajar por el mundo, me los tendrían que haber cuidado otra persona y no he tenido hijos para que me los cuiden otros.
Un consejo para los nuevos diseñadores.
Lo más fácil es cuando salen de haber estudiado y que lo
difícil empieza en ese mismo instante, que tengan mucha constancia y mucha
paciencia, que como no tenga estas dos cosas, no llegaran a ningún lado.
¿Cómo recibistes la noticia de que te habian otorgado "LA TIJERA DE ORO"?
Me llamaron por teléfono para decírmelo, me
entregó el premio Carlos Herrera en Almería en el año 1997, pero en
aquella época, yo no disfrutaba de esos momentos tan maravillosos, mi marido
hacía que todo esto pasara a un segundo plano y le restaba la importancia que tenía.
Os voy a contar una cosa, yo pasé un desfile en
el año 1992 con Victorio y Lucchino en el Teatro Cervantes con tres mil quinientas
personas que se agotaron las entradas quince días antes, que todos los
autobuses de Málaga, llevaban Victorio&Lucchino y Gemma Melé, que lo
presentó Diego Gómez y Laura Valenzuela, a mí nunca se me olvidará que cuando
finalizo todo aquello y todo el mundo puesto en pie aplaudiendo y me entregaron
el ramo de flores, yo me quedé muda viendo aquel escenario puesto en pie y sin
parar de aplaudir, atrás estaban las televisiones, la radio, los periodistas,
fotógrafos, todo el mundo queriendo hacer entrevistas... bueno, me cogió mi
marido de la mano y pegándome un tirón me dijo, vámonos de aquí que ya es
tarde. Y me dejó con un cuerpo que os podéis imaginar, destrozada. Y así era
todo, tenía una pareja que no valoraba lo que hacía.
¿Qué ha significado para ti que te concedieran el premio ADEPMA?
Este premio que lo conceden a la mujer empresaria por su
trayectoria profesional, ha significado mucho para mí y sí que lo pude
disfrutar, este sí y tengo un grato recuerdo de él.
¿Te veremos este año en la Pasarela Larios?
Sí, sí que estaré este año en la Pasarela Larios, es más, soy la que cierro los desfiles y estoy con los remates de mi colección para que todo salga bien. Los desfiles los tienes que preparar con mucho tiempo de antelación, pero es en septiembre y ya está casi listo.
Ya son las once de la mañana y las clientas comienzan a desfilar, unas para recoger su vestido, otras para hacerse la última prueba. Bueno Gemma, ya hemos finalizado la entrevista, muchas gracias por atendernos.